jueves, 13 de julio de 2017

Sobre las asimetrías territoriales


Desde que se comienza a engendrar la idea para el 39 Congreso Federal del PSOE  de un modelo territorial de España basado en su realidad plurinacional, -nada distante de los acuerdos alcanzados en la denominada “Declaración de Granada”- los sectores más conservadores desde dentro y desde fuera del PSOE no dudaron en iniciar una gesta contra ella no falta de intereses, aunque diversos, pero con un mismo objetivo: poner el foco de la atención social en lo “endemoniado y rupturista que debe ser un PSOE de izquierdas” al que se acusa de querer dividir España y construir un Estado asimétrico donde no se garanticen los mismos derechos a toda la ciudadanía española, lo que es lo mismo que decir, que se contempla la posibilidad de que exista ciudadanía de primera y de segunda. Otra de las acusaciones recurrentes para los objetivos conservadores de dentro y de fuera del PSOE, es acusar a su Secretario General de dar bandazos al respecto y así erosionar el repunte electoral que supone un socialismo centrado en un espacio político identificable.

En los últimos días y tras las manifestaciones realizadas al respecto por parte de la Presidenta del PSOE, ha vuelto a saltar a la arena mediática cierta reticencia de los mismos actores conservadores siendo muy significativas las declaraciones efectuadas desde el PSOE A, donde parecen cuestionar el acuerdo alcanzado sobre el modelo territorial de España en el reciente 39 Congreso al manifestar que “desde el PSOE A no se va a permitir la indisoluble unidad de España que consagra el art. 2 de la CE, ni la asimetría de un modelo territorial” para, a reglón seguido, expresar su disposición a estar vigilantes ante la que pueda ser la propuesta definitiva. Quizás, tales dudas tengan que ver con la ausencia de la delegación socialista andaluza en los debates del Cónclave Federal.

Conviene observar que el Art. 2 de la Constitución dice literalmente: La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas. Y que la Resolución del 39 Congreso Federal del PSOE bajo el título: UN MODELO TERRITORIAL ESTABLE Y EQUILIBRADO,  en solo dos párrafos de los diecisiete que contiene ya dice literalmente:

1) Proponemos una reforma constitucional federal, que mantenga la unidad del Estado, perfeccionando el carácter Plurinacional del mismo, y que la soberanía reside en el conjunto del pueblo español, de acuerdo con los arts. 1 y 2 de la CE.

2) Por eso reivindicamos la necesidad y la urgencia de una reforma constitucional que haga posible el perfeccionamiento federal del modelo de organización territorial de nuestro país. Una reforma federal que garantice la igualdad de toda la ciudadanía de España, los mismos derechos civiles y políticos, así como el derecho de participación en asuntos públicos comunes. Si las posiciones se mantienen con el desprecio al diálogo conducirán al enconamiento e incluso a la confrontación, que es la vía que han adoptado tanto el gobierno del PP como los independentistas catalanes.

En mi opinión, ya queda evidenciada la indisoluble unidad de España y los mismos derechos civiles y políticos de la ciudadanía española, por lo que la simetría o asimetría territorial parece que queda solo en el recurrente argumental. Aún así, es tema que parece preocupar y sobre el que no vendría mal hacer una breve referencia.

En este sentido, cabe destacar que en la propia génesis por la que se configura el estado de las autonomías actual no se dispensa café para todos los territorios por igual, sino que cada uno tiene su propia especificidad social, cultural o identitaria y así, nos encontramos como la propia CE establece dos formas de acceso a la autonomía, a través del art 143 y del art 151 al distinguir entre nacionalidades históricas y las que no lo son. Esta asimetría la calificaremos de “asimetría formal”

Otra asimetría que se produce en el modelo autonómico actual y a la que podemos calificar como “asimetría estructural”, es la que se refiere a los derechos forales de Navarra y del País Vasco.

Una tercera asimetría del actual modelo autonómico es la que llamamos “asimetría coyuntural” y es la que tiene que ver con el ineficaz modelo de financiación autonómica y con las mayorías parlamentarias a la hora de negociar los PGE cuando se carece de mayoría suficiente para aprobarlos en solitario. No es novedoso que tanto una (financiación autonómica) como el otro (PGE), benefician sobre manera a aquellos territorios que forman parte del acuerdo generando agravios con los otros.

Y por último la que podemos llamar “asimetría política” y ésta, es la que tiene que ver con la acción política  de los gobiernos en las diferentes Comunidades Autónomas. Así en Andalucía por ejemplo, los/as alumnos de la enseñanza pública obligatoria se benefician de la gratuidad de los libros de textos mientras que en otras comunidades no ocurre, pudiendo afirmar que los escolares andaluces tienen unos derechos subrogados de los que carecen los de otras comunidades, etc.

Así pues podemos concluir afirmando, que el actual modelo constitucional de España genera asimetrías territoriales que nos han permitido 39 años continuados de convivencia común, ¿por qué ahora las asimetrías constitucionales de un indivisible Estado Federal Plurinacional deben suponer un problema para quienes se definen constitucionalistas?