miércoles, 14 de junio de 2017

De la pobreza coyuntural, a la pobreza estructural

Andalucía, de la pobreza coyuntural a la pobreza estructural.

Recientemente Cáritas Andalucía ha mandado una voz de alarma sobre la evolución de la pobreza en Andalucía, la que no deja de crecer hasta convertir la vulnerabilidad de más de 3 millones de andaluces en un riego de exclusión estructural.

Ante esa voz de alarma, no cabe otra cosa que mostrar preocupación, pero una preocupación objetiva. De ahí que tenga la curiosidad de consultar los indicadores de la Tasa AROPE 2016 que publica el INE en su encuesta de Condiciones de Vida. Estos indicadores ponen de manifiesto que:

✗ Andalucía presenta la tercera tasa mas alta de España de personas en riesgo de pobreza y exclusión social, solo por detrás de Ceuta y Melilla. España 28,6% y Andalucía el 43,2%, 14,6 puntos mas que España. (3.620.684 andaluces vienen en riego de exclusión). De los que 75.430 se sumaron el año pasado. De estos 3.620.684 andaluces, 2.994.418 son pobres. Y de éstos, 1.075.000 son pobres de solemnidad, (pobreza extrema) sobreviven con ingresos inferiores a 332€/mes.
✗ Lo peor es, que desde que se comienza la medición del indicador AROPE, la evolución se ha estado dando de forma ascendente, creciendo 10,7% desde 2008 mientras que la evolución de España ha crecido en el mismo periodo un 3,9%, por lo que nos encontramos ante una vulnerabilidad crónica en Andalucía.
✗ Es verdad que vivimos en un país desvertebrado y desigual entre el Norte y el Sur. Las Comunidades al sur de Madrid tienen una mayor tasa de pobreza, pero en Andalucía sería aún mayor sin los cambios demográficos como consecuencia de la crisis, especialmente en la población inmigrante que solo entre 2014 y 2015 desciende en 25.315 personas.

En cuanto a los subcomponentes de la tasa AROPE, nos encontramos con que:

✗ En Andalucía el 35,7% de la población es pobre. (2.994.418 andaluces), mientras que en España, lo son el 22,1%. Esta pobreza clásica en España crece el 1,7% en el periodo 2008/15, mientras que en Andalucía la evolución es del 6,9%.
✗ La pobreza extrema se ceba en Andalucía con el 12,8% de su probación. Es decir, 1.075.000 andaluces son pobres de solemnidad. En España es pobre se solemnidad el 8,00% de su población.
✗ Casi 700.000 andaluces (6,4%) sufren carencias severas. En España la sufren el 8,00% de su población.
✗ El 24,9% de los hogares andaluces tienen una muy baja intensidad de empleo, mientras que en España padecen esta circunstancia el 15,4% de los hogares.

Si preocupantes son los datos de la tasa AROPE, no menos preocupantes son cuando relacionamos la tasa  de  riesgo de pobreza y exclusión social con la  evolución del Producto Interior Bruto (PIB) de Andalucía.  En este sentido observamos que, pese a que desde 2013 los índices porcentuales del PIB en la Comunidad han aumentado un 4,48%, el número de personas en riesgo de pobreza lejos de disminuir se ha incrementado un 4,9%.

¿Por qué ocurre esto? Sin lugar a duda, porque el aumento de la riqueza en Andalucía, más de 6.500 millones de euros, no se ha gestionado de forma eficiente para una redistribución justa. Los ricos son más ricos y los pobres, son más pobres y eso, es como consecuencia de que, entre otros aspectos, la acción política de gobierno no responde a satisfacer las necesidades de las clases más desfavorecidas. 

Estos hechos son inasumibles desde la óptica de la justicia social y máxime, cuando el Estatuto de Autonomía reformado en 2007, contiene una Carta de Derechos para los andaluces que convierte a Andalucía en una comunidad intolerante con la pobreza y plantea compromisos con la renta básica, la banca pública, el empoderamiento social ante la corrupción o el banco de tierras entre otras cuestiones.

martes, 13 de junio de 2017

DEL ESFUERZO AL SOBRE ESFUERZO.

Bonificación del hasta el 99% del coste de la carrera universitaria en Andalucía.

Con este anuncio se presentó la Presidenta de la Junta Susana Díaz, ante el Pleno del Parlamento andaluz para abordar la situación de Andalucía el pasado miércoles día 7 de junio. Anuncio  con el que pretende, según sus propias palabras “un modelo universitario que premie el esfuerzo y blinde la igualad”

Ante tan loable pretensión cabria, quizás por desconocimiento, plantearse si el objetivo último (un modelo universitario que premie el esfuerzo y blinde la igualad ) no terminará obligando a algunos universitarios/as a  un “sobre esfuerzo y con ello a construir una brecha de desigualdad”, porque al ser una medida vinculada exclusivamente a aprobar el curso, no afecta por igual a quienes su situación económica les permite dedicarse únicamente a estudiar para aprobar curso a curso  finalizar su carrera que, a aquellas otras personas que deben compaginar sus estudios universitarios con una actividad laboral que les permita seguir estudiando porque su posición económica no se los posibilitaría.  Éstos, son los que deben jugar con la gestión de los créditos. 

¡Gestión de los créditos! Lo que genera otras interrogantes: Una, ¿cuántos créditos por curso deben aprobarse? Ya que salvo la primera matrícula, las siguientes permiten la gestión de los créditos y los tiempos para su aprobación. Dos, ¿se entiende por curso el periodo que va desde septiembre a septiembre, desde septiembre a  junio ? 

Por otra parte, el Consejero del ramo, ha manifestado que “aprobando en primera matrícula un grado completo de cualquier rama tendrá un coste de 760 euros y que las bonificaciones serán aplicables en los estudios de máster, de forma que éstos virtualmente serán gratuitos”manifestaciones que intrigan nuevas interrogantes: Una, ¿cuenta realmente  el máster con la misma bonificación que el resto de cursos? Dos, ¿se aplicarán las bonificaciones de una sola vez al finalizar los estudios, o cada curso? Tres, ¿está suficientemente previsto el procedimiento de compensación a las universidades por la reducción de los ingresos?

En definitiva, una medida que persigue tan loable objetivo, debe ser muy rigurosa con la igualdad de oportunidades,  con el modelo de financiación de la universidades públicas y estar dotada de un alto grado de pedagogía social.